como de repente, me descubrí sacando el corazón y desempolvandolo para apostar a sentir nuevamente amor.
Tú Que bueno que existas en esta mi vida, y de antemano te pido perdón si de repente llego a ser una hija de puta. No lo mereces, no aún. Espero que nunca.
Mientras no me sueltes, porque setirte cerca me hace realmente feliz.